A causa del COVID-19 hemos entrado en una inactividad física. Esta pérdida de actividad física y sus consecuencias en la salud muscular son diversas, para ello vamos te analizamos como la inactividad provoca cambios en la masa muscular.

El desuso de nuestro sistema muscular por reposo en cama o por inmovilización en un espacio reducido hace que nos movamos menos y por tanto que las adaptaciones de nuestro cuerpo las perdamos. Pero una persona entrenada perderá menos y de mejor manera, pero debemos mirar más allá de la estética muscular, nuestro cuerpo ha cambiado.

Las consecuencias fisiológicas de la inactividad incluso de corta duración produce en nuestro cuerpo una sensibilidad a la insulina alterada y un aumento en la inflamación sistémica. Pero tenemos la solución, el entrenamiento de fuerza permite que esas proteínas inflamatorias produzcan lo contrario, un efecto anti-inflamatorio. Si crees que esos procesos son "pocos" puede crear una vulnerabilidad hacia las enfermedades y llevarnos a un mayor estrés, Este estrés lo reciben nuestras células, por tanto crean un proceso que también se mejora con el ejercicio, principalmente con el entrenamiento aeróbico, de resistencia, o cardíaco.

En conclusión, una buena forma física, permite que estar mejor preparado a procesos de inactividad y si nunca has entrenado, este proceso te permitirá una mejor calidad de vida.

Por todo ello el mejor día para empezar a entrenar es HOY.

- El impacto de la inactividad sobre la salud muscular en el envejecimiento: proteínas y ejercicio como contramedidas , elaborado por Stuart M. Phillips de la McMaster University (Canadá)